Hacía tiempo que yo quería hacer un post similar. La arquitectura es algo que perdura mucho en el tiempo, y si no que se lo digan a las pirámides por ejemplo, pero como casi todo, termina por quedarse obsoleto, pasa a ser otra cosa más de la que el ser humano prescinde, si no es por una cosa es por otra. Yo no lo hubiera hecho mejor ni en el mejor de mis sueños.
Hoy me ha dado por reflexionar sobre los paisajes en abandono, sobre la “vida” que tienen las arquitecturas que estamos creando. ¿Cuál es su alimento? ¿Qué la mueve? ¿Cuál es la imagen que quieren vender?.
Es curioso que cuando visitamos algunas ciudades nos encontremos a numerosos grupos de turistas admirando sus ruinas, preguntándose cómo eran en su día, cómo era la vida diaria de sus habitantes y qué fue lo que les llevó a ese estado. Vestigios de arquitecturas con siglos a sus espaldas que nos fascinan y asombran por su antigüedad y las historias que tengan detrás para contarnos. Sin embargo, no quiero reflexionar sobre esas ruinas hoy. Me interesan más bien ruinas bastante más jóvenes aquellas que surgieron de grandes ideales y utopías y que tan sólo cuentan con unas décadas de tumultuosa actividad que ha marcado su fin actual, esas que todavía no aparecen en las guías…
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breathing architecture 